El principio de Pareto

08.10.2018

Pocos tienen mucho y muchos tienen poco...

¿Te has preguntado alguna vez cuál es el secreto de determinadas personas para conseguir cosas muy importantes haciendo muy poco? Seguro que conoces a alguien que emplea muy poco tiempo estudiando y saca unas notas estupendas o ganando mucho dinero trabajando pocas horas o siendo altamente productivo trabajando y/o estudiando aunque trabaje y/o estudie durante 2 ó 3 horas al día (de lunes a viernes) solamente. ¿Qué es lo que hacen estas personas que no haces tú?, ¿cuál es su secreto?, ¿cómo lo consiguen? Lo más importante: ¿qué puedes hacer para conseguirlo tú también? La respuesta está en aplicar el Principio de Pareto.

Joseph M. Juran introdujo el nombre en honor del sociólogo, economista y filósofo italiano Vilfredo Pareto (1848-1923). Pareto se dio cuenta de que en la Italia de su época el 20% de la población tenía el 80% de la riqueza del país. Hoy en día eso mismo se sigue aplicando no sólo a Italia, sino a todo el mundo con alguna variación en las cantidades. Pero la idea es la misma, unos pocos tienen mucho y el resto, que son muchos, tiene poco.

¿En qué consiste?

El principio de Pareto también se conoce como la "regla del 80/20", "regla del 80-20" o el "principio del factor de parquedad" (factor sparsity en inglés). No es algo estricto en el sentido de que siempre se cumpla la proporción 80/20. Unas veces la regla es del 70/30, 90/10, 99/1, ... Pero tomaremos el 80/20 como punto de referencia.

Todo se refiere a lo mismo: Un 20% de lo que haces produce el 80% de los resultados que obtienes y viceversa, un 80% de lo que haces produce el 20% de los resultados.

Esto lo vas a ver enseguida con un ejemplo. Luis jugaba al fútbol en el equipo del barrio. Le gustaba mucho. Se lo tomaba muy en serio. Siempre se esforzaba por ser el mejor. Entrenaba duro, incluso solía hacer un día o dos extra de entrenamiento por su cuenta. Para él era frustrante ver cómo otros compañeros de equipo conseguían la gloria porque marcaban goles. El trabajaba enormemente durante todo el partido. Corría sin parar. Subía la banda, la bajaba, daba pases de gol, robaba balones al contrario. No se consideraba un mal jugador. Su técnica no era la de Diego Maradona pero sí podía decir que estaba por encima de la media (de un equipo de barrio). De todas formas, los laureles se los llevaban otras personas y siempre coincidía con el número de goles marcado.

¿Qué hacía mal? Entrenaba más que ellos. Se esforzaba más. Corría más. Ésto es lo que le ocurría: El 80% de lo que el hacía para prepararse para los partidos estaba relacionado con la forma física, el control del balón, las asistencias a los demás.

¿Qué conseguía? Un 20% de la gloria en el equipo. Porque no marcaba goles.

¿Qué hacían aquellas una o dos personas que lideraban al equipo y se llevaban los elogios de los demás? Corrían poco, perdían balones y entrenaban mal. Pero !marcaban goles! Y eso es lo que se necesita para ganar los partidos. No estoy diciendo con ésto que hay que volverse un egoísta y no dar ningún pase de gol al compañero para meterlos todos nosotros. A lo que me refiero es a que el no concentraba sus esfuerzos en trabajar lo que producía los resultados que tanto ansiaba. No preparaba los remates a puerta, no pensaba en marcar el gol. Siempre buscaba a alguien más para pasar el balón. Por el contrario, trabajaba en cosas que aun siendo buenas, no le llevaban a donde yo quería.

Otros ejemplos :

[La proporción 80/20 es sólo orientativa, modifícala a tu gusto]

  • Las comidas azucaradas te dan mucha energía para el momento después de comerlas. Pero enseguida tienes que volver a comer porque la energía se ha esfumado. Puedes pasarte el día comiendo bizcochos, pasteles y tartas pero te encontrarás con un nivel bajo de energía la mayor parte del tiempo. El principio de Pareto entra en acción: El 80% de lo que comes (azúcares), te da únicamente el 20% de la energía que necesitas.
  • El 20% de la ropa que tienes es la que te pones. El restante 80% se queda en el armario.
  • Utilizas el 20% de todas la funcionalidades de tu teléfono móvil último modelo en el mejor de los casos. El restante 80% está ahí pero nunca lo utilizas.
  • Cuando bebes una cerveza, el 20% de lo que ingieres te sirve para algo, el otro 80% tu cuerpo lo deshecha. Éste seguramente sea un caso en el que una proporción de 95/5 sería más realista.
  • El 80% del tiempo que empleas viendo la televisión te da un 20% de información nueva o que necesitas o que te gusta. Sólo es útil el 20% del tiempo que te pasas delante de la televisión. A mí no me gusta la televisión y en mi caso la proporción es del orden de 99/1. Por lo que no la veo nada.

Aplícalo cuando estudias (trabajas / haces deporte / haces la compra/...):

  • Si el 80% de la nota del examen sale del contenido de un documento escrito que tienes que presentar al profesor antes del examen y el 20% de la nota sale de los 4 libros que forman la bibliografía de la asignatura, trabaja en el documento y deja los 4 libros en un segundo plano.
  • Si el profesor te da 10 libros que te pueden servir para aprobar la asignatura y te dice que en 2 de ellos está todo lo que necesitas saber para sacar la máxima nota pero que con los otros también se puede conseguir, ve a por los 2 que te dice y, si tienes tiempo o te apetece, luego puedes ir a por los otros.
  • Si con 2 horas de estiramientos y ejercicio de fuerza y aeróbico a la semana desde casa tienes suficiente para mantener tu nivel de energía alto, sentirte sano y ágil, ¿por qué no hacerlo en lugar de apuntarte al gimnasio, la piscina y tomar complementos vitamínicos en cápsulas? Imagina que el tiempo de ida, ejercicio y vuelta del gimnasio y piscina son 8 horas (no sólo eso, también tienes que contar el dinero de ambas cosas y de las cápsulas). ¿Ves a qué me refiero?
  • Si resulta que reunirte con el profesor en su despacho y pedirle que te resuelva algunas dudas que tienes, te va a conseguir por un lado que ya no tengas esas dudas y por otro que el profesor sepa quién eres y que pones gran interés en su asignatura (sobre todo en la Universidad, son tantos los alumnos que tienen los profesores que no conocen ni de vista al 80% de sus alumnos); ¿por qué no hacerlo?
  • Si una camisa preciosa que acabas de ver en una tienda cuesta 3 veces más que otra cualquiera y no vas a tener oportunidad de lucirla a menudo por la razón que sea, ¿por qué hacer ese gran gasto si apenas vas a usar lo que compras?

¿Cómo aplicar el principio de Pareto con éxito?

Muy sencillo. Sólo tienes que:

  • Observar fuera. Mira lo que hacen otros para conseguir esas notas altas, esos resultados (en la Universidad, en el trabajo, en el deporte, ...)
  • Observar dentro (de ti). Fíjate en lo que mejor resultado te da. Ten en cuenta lo que haces y lo que consigues con ello. Dale un repaso al día, por ejemplo
  • Practicar. Pon en práctica lo que has visto que les sirve a otros y a ti mismo(a) y quédate con lo que te sirva
  • Dejar que los resultados te lleguen.




García, Luis. (02/01/2009). El Principio de Pareto o cómo conseguir excelentes resultados. El arte de la memoria. Recuperado de https://www.elartedelamemoria.org/2009/01/02/el-principio-de-pareto/
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