El test de WISC

01.05.2019


El test de WISC es una prueba estandarizada, diseñada para llevarla a cabo entre la población infantil y los adolescentes, que sirve para medir la inteligencia global, ya que ofrece una visión general de la inteligencia del evaluado a partir de varias pruebas diferentes. Quizás se trate de la más conocida y utilizada, ya que proporciona el famoso índice conocido como coeficiente de inteligencia. Para que la realización de esta prueba sea de utilidad, el pequeño que la realice debe tener entre seis y 16 años, ambos incluidos.

La prueba fue creada por David Wechsler en 1949, de ahí su nombre Wechsler Intelligence Scale for Children (WISC), que traducido al castellano viene a ser Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños. Desde entonces se han realizado cuatro revisiones de la misma, siendo el WISC-IV el empleado en la actualidad.

Este test se basa en un enfoque de inteligencia global, con pruebas que evalúan distintas capacidades y habilidades en las que queda reflejado el nivel de la inteligencia del evaluado, cuyos resultados al final se suman para obtener el coeficiente de inteligencia del niño.

La evaluación del nivel de inteligencia del test de WISC se basa en la capacidad de resolver correctamente, y dentro del tiempo establecido, cada una de las pruebas que se administran, considerando que se es más inteligente cuanto más respuestas correctas se acierte y se requiera menos tiempo para contestarlas; por el contrario, se considera un nivel de inteligencia menor, si no se es capaz de resolver las distintas pruebas en el tiempo requerido, o se hace de forma incorrecta. La resolución del WISC suele durar entre 60 y 90 minutos, en los que el menor debe pasar diez pruebas que evalúan tanto su desempeño en tareas verbales como no verbales.

Para los padres y profesores es importante conocer si su hijo progresa adecuadamente, al mismo nivel que el resto de sus compañeros, o presenta algún tipo de avance o retraso sobre ellos. Siendo indicativo en muchos casos de posteriores exploraciones si se detecta que el pequeño muestra deficiencias en alguna de las pruebas pero no en el resto, lo que puede servir de señal de alerta para poder establecer programas educativos compensatorios, con los que el pequeño pueda llevar un nivel académico y de desarrollo similar al del resto de sus compañeros de clase.

Si van a realizar un test de WISC a tu hijo estas son las cuestiones que debes conocer sobre la realización de esta prueba útil para medir su coeficiente intelectual. En primer lugar, debe ser llevada a cabo por un profesional de la educación cualificado, ya que el coste del material del WISC y la formación en la administración y corrección es elevado. La duración de la prueba suele ser de entre una hora y una hora y media, dependiendo de la velocidad de respuesta del menor. Los resultados suelen conocerse en el momento si se hace de manera individual, o tras varios días si se realiza en un centro escolar, en función del número de niños evaluados a la vez.

Antes de un test de WISC puede comer con normalidad, no hace falta ir en ayunas, de hecho sería hasta contraproducente ir sin comer o desayunar, ya que puede provocar que el niño rinda por debajo de sus capacidades, igualmente es conveniente que evite la ingesta de estimulantes como el café, ya que puede alterar los resultados. Así mismo, hay que tener en cuenta que si el menor está tomando algún fármaco en el momento de hacer el test podría afectar a la realización del mismo, favoreciendo o perjudicando la resolución de las distintas pruebas.

Pruebas del test de WISC

Este test consta de pruebas verbales, de lápiz y papel y otras manuales, con un total de quince pruebas, que se pueden englobar en cuatro grandes ámbitos de desarrollo intelectual del menor:

1.- Comprensión verbal

Donde se evalúa si el pequeño comprende adecuadamente aquello que lee. Para lo que se utilizan las siguientes pruebas:

  • Semejanzas: en donde el niño tiene que explicar las semejanzas de dos cosas que se le muestra, con preguntas como: "¿En qué se parecen una manzana y una banana?"
  • Vocabulario: se recogen las respuestas que definen una palabra o concepto, por ejemplo: "¿Qué es una vaca?"
  • Comprensión: se observa si llega a comprender el significado de los textos presentados, del tipo: "¿Qué deberías hacer si de la casa de tu vecino sale mucho humo por la ventana?"
  • Información: se evalúa hasta qué punto llega el conocimiento del pequeño con cuestiones como: "¿Cuántas patas tiene un perro?"
  • Adivinanzas, para ver si es capaz de identificar conceptos a partir de las pautas o claves que se proporcionan.

2.- Razonamiento perceptivo

En el que se evalúa si el pequeño es capaz de comprender lo que ve y de razonar con ello adecuadamente. Para ello se emplean las siguientes pruebas:

  • Cubos: donde el pequeño debe de formar con cubos las mismas figuras que ve en un cuadernillo de ejemplo.
  • Conceptos: elegir entre dos o tres filas de imágenes las que posean características comunes.
  • Matrices: completar una matriz a partir de cinco respuestas posibles.
  • Figuras incompletas: se proporciona una serie de imágenes y debe de identificarse qué parte falta con respecto a un ejemplo.

3.- Memoria de trabajo

  • Con estas pruebas se evalúa la memoria a corto plazo que utilizamos para saber lo que estamos realizando en cada momento. Para ello se emplean las siguientes pruebas:
  • Dígitos en Orden Directo y Orden Inverso: donde debe de repetir cadenas de números que escuche, ya sea en el mismo orden o inverso según las instrucciones de cada cadena de números, como: "Voy a decirte algunos números. Escúchalos atentamente y cuando haya terminado repítelos en el mismo orden"
  • Letras-Números: repetir secuencias de letras combinadas con números, ordenando los números de menor a mayor y las letras alfabéticamente.
  • Aritmética: resolver mentalmente problemas matemáticos simples.
4.- Velocidad de procesamiento
  • Evalúa hasta que punto el pequeño razona y ejecuta las tareas de acorde a lo esperado o lo hace más rápido o más lento que el resto. Para ello se utilizan las siguientes pruebas:

  • Claves: claves A (6 y 7 años) y claves B (8 a 16 años); donde el pequeño ha de copiar símbolos emparejados con números o figuras geométricas.

  • Búsqueda de símbolos: parte A (6 y 7 años) y parte B (8 a 16 años), indicar si los símbolos presentados coinciden o no con un modelo.

  • Animales: presentación, azar y ordenados; en donde se debe de descubrir un determinado animal en una página llena de otros dibujos.


El resultado de cada una de las pruebas del test de WISC (que se reúnen en cuatro índices, de Comprensión Verbal, de Razonamiento Perceptivo, de Memoria Operativa y de Velocidad de Procesamiento) se evalúa en función de la exactitud de la respuesta y del tiempo empleado para ello, dando lugar a un único índice, que será el coeficiente intelectual (C.I.) del pequeño, cuya cifra se puede comparar con unas tablas estandarizadas por edad, que indicarán si el niño tiene una inteligencia normal para su edad o no.

Los resultados del test de WISC tienen que interpretarse en función de objetivo y ámbito objeto de estudio. Así, si se trata del ámbito educativo, permite distinguir entre los niños con alto coeficiente intelectual con C.I. superior a 110, es decir más inteligentes, de aquellos con un coeficiente intelectual más bajo con C.I. inferior a 90, que son los que mostrarán más retraso en el aprendizaje. Estando la mayoría de los alumnos sobre la media, es decir, llevan un desarrollo normal según lo esperable para su edad, con C.I. entre 90-110.

Cuando estas puntuaciones se presentan de forma extrema, es decir, el pequeño obtiene una puntuación de C.I. por encima de 120, se habla de que el pequeño es dotado, y si el resultado supera un C.I. por encima de 130 se habla de superdotado.

En el otro extremo, cuando un niño presenta una ejecución deficiente, ya sea por lentitud a la hora de responder o por hacerlo incorrectamente, consiguiendo un C.I. por debajo de 80 se habla de que el pequeño muestra retraso mental, que será mayor cuanto menor sea la puntuación alcanzada.

A pesar de estos usos académico también se puede emplear el Test de WISC para realizar un análisis de las capacidades del menor desde un punto de vista clínico, lo que puede servir para establecer el diagnóstico de retraso mental, cuando las puntuaciones alcanzadas son significativamente inferiores a las que corresponden a su edad, así como detectar entre otros trastornos del aprendizaje, trastorno de déficit de atención con hiperactividad o trastornos del espectro autista, para si fuera necesario preparar un programa de intervención adecuado.



De la Serna, Juan. (25/04/17). Test de WISC. Web Consultas. Recuperado de https://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/educacion-infantil/resultado-del-analisis-del-test-de-wisc-14502

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